Cuarto contacto 2015

• Qué tal primo. ¿Viste? Ya empezó el ataque al cardenalⁱ, y eso que faltan todavía como tres meses para la visita del Papa.

• Camilo, dime por favor que tienes algo nuevo, que la cosa avanza. Dime que no llamaste solo para hablar de ésto.

• ¿Y por qué no? Tenemos que meternos en ésta conga que pronto seremos parte del carnaval; casi que jefes de carroza! ¿Es así o no es así?

• ¿Camilo qué es eso de conga, qué es eso de carnaval, a qué viene, explícate haz favor de ser breve, eh? Sé breve, que yo sé por qué te lo digo.

• Bueno en éste caso carnaval, para mí, es la guerra mediática de la Seguridad del Estado contra la oposición, y viceversa. Es que éstos foros de internet son pura conga reparteraⁱⁱ. Además no me digas que el chanchullo que hay con el tema no te interesa, que yo sé que sí. Recuerda que el año antepasado, cuando Virgilio era el enemigoⁱⁱⁱ, me comentaste de la conferencia esa que diste a los cadetes, sobre cómo al Aparato le funcionó regar la bola aquella que se le regó al cardenal cuando la visita del otro Papa. Lo del supuesto chantaje te quiero decir.

• ¿Camilo a dónde quieres llegar?

• ¿A dónde? Nada, que me he dado cuenta que aquí hay de todo.

• ¿Aquí? ¿Dónde aquí?

• Aquí, en el foro que hay debajo de un artículo de Diario de Cuba, que comenta la última declaración escandalosa del cardenal. Yo hasta lo pasé a un documento Word en la Tablet para que Virgilio pueda leerlo. Por ejemplo, éste que opina aquí parece un exiliado histórico^iv de Miami, que además homofóbico, se comporta como si estuviéramos en los años sesenta y setenta y quiere un cardenal mártir que choque de frente con ésta gente. Por acá uno que debe ser protestante, que aprovecha la cobertura para echarle con el rayo a la iglesia católica y hablar de Lutero. Este otro de acá parece escrito por un seguroso de formación atea, que no se da cuenta que la gente se está dando cuenta de quién es y quién le ordena escribir, y repite la retórica marxista de la religión opio del pueblo. Más claro ni el agua. Ahora mismo te lo envío por correo.

• ¿Y ven acá, por qué el de formación atea tiene que ser un seguroso?

• Porque se cae de la mata.

• ¿Quién lo dice? ¿O me vas a decir que la emigración de Miami no está llenita de cubanos de formación atea? ¿Y que la contrarrevolución interna no está llenita de sujetos de formación atea?

• ¡Ah, lo conseguí! ¿Tú ves? Sabía que acabaría buscándote la lengua. ¿A ver, por qué descartas la posibilidad de que ésta opinión no haya salido de las salas de navegación del MININT? ¿O de la UCI^v? ¿Qué cubano que viva en el exterior, de forma espontánea, habla con ésta retórica^vi? ¿Y qué cubano de Cuba tiene acceso a internet con acceso a Diario de Cuba^vii?

• Camilo, la formación atea no es un sello exclusivo de segurosos como tú les llamas. La contrarrevolución está repleta de activistas de formación atea. No hay más que ver la manera en que se expresan. No hay más que hurgar en el pasado de la mayoría de toda esa gente que en determinado momento fueron o fingieron ser cubanos honestos, verdaderos revolucionarios, confiables^viii, muchos incluso militantes comunistas… hasta que la cuenta no les dio. Cuando hubo que apretarse el cinturón durante el Período Especial, se rajaron como la caña brava y entonces los pudrió el enemigo^ix.

• ¿Y esa muela bizca, primo? No me digas que se te está saliendo el lado “B” como al hombre^x. “Los pudrió el enemigo”. Ya solo falta que te pongas a leer La edad de oro, El Señor de los anillos o El pequeño príncipe^xi. Acuérdate que el Príncipe que tú tienes que leer no es el pequeño sino el grande, el de Maquiavelo, que si no te tronan.

• Camilo yo sé que has leído mucho, bravo por ti, pero no hace falta que me lo eches en la cara. ¿A ver; para qué me llamaste? ¿Para decirme que el cardenal ya empezó a meter la pata? Yo sé que el cardenal ya empezó a meter la pata. ¿Qué edad tiene ese hombre ya, Camilo? Está a punto de cumplir ochenta años, y de todo ese tiempo, ha pasado más de medio siglo bajo la metralla de la revolución^xii. De la revolución al principio, y luego de la mayoría de los cabecillas de grupúsculos, que en sus tiempos fueron revolucionarios que se burlaban de todo el que creyera en Dios. Te recuerdo o te reitero, Camilo, que no es la revolución el principal enemigo del cardenal en éstos momentos, no. Nosotros somos metódicos, somos prudentes. Nosotros somos un enemigo tapiñado que conoce y respeta límites, incluso un enemigo predecible. Nosotros no tenemos esa libertad irresponsable que tienen los periodistas independientes para disparar a trocha y mocha sin medir consecuencias. Nosotros tenemos que medirnos a la hora de hacer una declaración a la prensa. Nosotros, a diferencia de la contrarrevolución, no debemos parecer anticlericales bajo ningún concepto, sino laicos. Laicos todo el tiempo.

• ¿Entonces es la oposición el mayor enemigo del cardenal?

• Ajá, la chusma esa que participa en los foros.

• Pero si la mitad de la gente que participa en esos foros son agentes del MININT, Che.

• De acuerdo Camilo. No obstante esa gente del MININT que según tú participa en los foros, no debe estar haciéndolo por amor al arte ni por ejercer el derecho que tiene a la famosa libre expresión. De existir esa Operación que ya no sería la de defender a la revolución como lo hacen los muchachos de la UCI, sino otra bien distinta llevada a cabo por un personal más maduro, debes tener en cuenta que los implicados no serían más que militares que cumplen órdenes. ¿Cuál sería la orden? Encender la candela con la mala idea. Explotar resentimientos. Dividir. Yo imagino que, de estar metido el MININT en esos foros, los papeles se repartan. Yo imagino que un soldado de la red social debería tener dotes histriónicas: ora parecer un tipo con sentimientos revolucionarios, ora un exiliado resentido, hora un protestante, y así. ¿Satisfecho?

• No dijiste nada en concreto, pero bueno sí, satisfecho dentro de lo que cabe. Por lo menos ya tengo la idea del guión que voy a recitarle a Virgilio.

• Qué bueno Camilo. Dile también que la secretaria del señor Canosa, o la representante, o lo que sea que se te ocurra decirle, quiere, pero ya, una idea del proyecto de sociedad civil que va a presentar para darle cauce, que ya de hecho le han llegado algunas propuestas. Y eso va contigo también, ¿ok? Ya mis superiores me están pidiendo resultados, y no pienso decepcionarlos. Así que dile a Virgilio que no se tarde. Invéntale que ya el cabecilla de Antorcha… presentó como tres proyectos, con sus respectivos líderes leales a él. Dile que uno de los líderes es el cuñado y el otro es el hijo, para el que según tengo entendido inventó una especie de UJC, una especie de cantera joven del partido ese que lidera.

• ¡Alabao! Si le digo eso, de que se pone el cohete en el culo, se lo pone.

• Esa es la idea. Ayúdalo compadre. Cualquier cosa. Ya por el camino le daremos forma al proyecto. Que copie del cabecilla de Antorcha…, que imite lo que tiene de imitable. ¿Ok?

• Ok.

• Si me vas a llamar que no sea antes del domingo, a no ser que tengas concretada la idea.

• Ok. Chao.

xii No solo fueron los edictos anticlericales oficiales tales como las UMAP para encerrar a jóvenes religiosos entre los que estuvo el cardenal. No solo fue la designación de Cuba como un Estado ateo a imitación del soviético, el destierro de los curas españoles, la prohibición de los catequistas a ejercer su ministerio llevando ellos mismos a los niños a las iglesias, etc. Fue también la incentivada ridiculización sistemática llevada a cabo en las escuelas y centros de trabajo de manera “espontánea” contra los creyentes, así como la chusmería conguera en los mismos inicios de los años sesenta: Raúl, cizaña, que los curas corten caña, y si no la quieren cortar, que se vayan para España”. “Los curas, ladrones, que se quiten la sotana, y se pongan pantalones”. “Ábreme la puerta, qué puerta más dura. Vamos a quitarle la sotana al cura”.