Séptimo contacto 2015

 

  • Ven acá mijo, explícame eso de que Virgilio quiere meterse a masón.

  • ¿Qué?

  • No me digas que no lo sabes.

  • Me entero por ti.

  • Camilo… a ver. Yo no puedo creer… Tú no me vayas a decir, que Virgilio ya empezó a ocultarte cosas, como hizo la otra vez.

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  • Camilo, tú tienes que estar al tanto de todo. Tú no puedes esperar sentado a que la información te caiga del cielo, a que Virgilio venga y te cuente de jamón lo que está maquinando. Tú tienes que olerte lo que va a pasar, para nosotros tomar las medidas pertinentes antes que el mal arranque y se vuelva incontenible.

  • ¡A Che, a qué tanta descarga por una bobería!

  • ¿Una bobería? ¿Una bobería? Tú fuiste masón, Camilo.

  • ¡Por eso mismo, porque fui masón te lo digo! ¡Las logias están penetradas hasta los huesos! ¿O por qué tú crees que yo renuncié? ¿Quién ha visto una sociedad secreta, que debe rendir informes al Partido y a la Seguridad del Estado de lo que se habla en cada reunión?

  • Camilo esa no es la cuestión. La cuestión es que hay demasiado invertido en nosotros, como para que un informantico de quinta de los que tenemos infiltrados en la logia, venga a lucirse con la primicia. A mí me llamaron de allá arriba, y me cogieron de atrás palante. Puse el bobo, Camilo. Y yo tengo que demostrarle a ésta gente que lo tengo todo bajo control porque ésta Operación es muy delicada; aquí sí que está en juego la Seguridad del Estado. Esta operación es parecida a una explosión controlada, en la que siempre se corre el riego de que algo salga mal, y entonces el efecto sea devastador.

  • Ah sí. Ya veo.

  • Vaya no es que la información esa, como tal, sea la gran cosa, no. Es que yo tengo rivales, Camilo. Rivales que me cuestionan constantemente, que aspiran a mi posición dentro del Ministerio.

  • A ver, cual es el problema. ¿Virgilio masón? Que no lo aprueben y ya. La logia está a pululi de gente comprometida más con el gobierno, que con los masones como tal. Esa gente, fácil, te hacen un lobby y ya, el hombre no entra. El Maestro solo tiene que decir: “mucho cuidado, investiguen bien, no sea que admitamos a un contrarrevolucionario”. Esa palabra, por sí sola, aterra a unos cuantos. Sobre todo a los que tienen más edad; los que se formaron en la época de la barbarieii. Esa gente todavía, hoy por hoy, equipara el término contrarrevolución al de terrorismo. Yo sé lo que te digo. No hay que amenazar a nadie ni nada; solo decir eso, y Virgilio será out por regla, no será admitido. Además que Virgilio no es masón. ¿Virgilio masón? No chico no. Una vez estábamos en el parque con un rifleiii él, yo, y me parece que uno de los aldeanitosiv, cuando fue a saludarme uno de la vieja guardia mía –no te digo quién es porque no lo conoces; no es de allí. Cuando emigró para el pueblo, ya ustedes se habían ido para La Habana. Te decía que fue a saludarme y yo no sé si Virgilio se acordará o no porque estábamos en nota, pero se desató una polémica… subida de tono.

  • ¿Una polémica sobre qué?

  • Sobre la masonería, sobre su importancia y su legado en la historia de Cuba. La cosa llegó al clímax cuando se empezó a hablar de Martí. No sé si tú sabrás que Martí viene siendo, para los masones cubanos, como una carta de presentación. Cuando alguien cuestiona la grandeza de la institución, el masón solo tiene que decir que Martí lo fue, y ya con eso lo dice todov.

  • Ajá.

  • Pues nada. La persona de la que estamos hablando, que es un masón de esos que da por sentado que la independencia de Cuba se fraguó en las logias, se lanzó en una polémica al respecto con Virgilio, quien, dicho sea de paso, en esa época estaba bajo las balas de la Seguridad.

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  • Explícate; no has dicho nada.

  • Eso, que se lanzó, y Virgilio le dijo: bueno sí, antes los masones eran muy patriotas y muy valientes, pero y ahora qué hacen, qué están haciendo por la democracia.

  • ¡!

  • No sé, no me acuerdo bien, por ahí fue la cosa.

  • Sí que te acuerdas Camilo. Yo sé que tú eres buen observador, y sé que te acuerdas. De ese tipo de cosas tú sueles llevar registro, así que haz memoria. Dime exactamente cuál fue el argumento antimasónico de Virgilio, para entonces yo informarlo e ir al juicio con elementos. Así no se notará que la Seguridad estará detrás de la decisión de no admitir a Virgilio, y así evitaremos crear roces innecesarios dentro de los miembros de la logia, ahora que está tranquila.

  • Está bien, ya, me convenciste. Pero ten cuidado no se vire la tortilla y pase lo que pasó cuando lo de Collera Vento, que de la Gran Logia tuvieron que mandar una orientación prohibiendo hablar del tema, porque todo el mundo se sintió ofendido con el destape de un seguroso y nada menos que en un programa de televisión en un horario que lo ve todo el mundo. Hubo uno que llegó a decir que “figúrate tú si ahora a la gente, viendo eso, le da por pensar que los masones somos todos unos chivatos; dónde queda nuestra moral”.

  • Abrevia Camilo, ajústate al tema. Te repito la pregunta: exactamente, con qué argumento Virgilio descalificó la masonería.

  • Bien. Te dije que el tipo le sacó el sable llamado Martí. Que ellos, o mejor dicho nosotrosvi, tenemos el honor de haber tenido a Martí en nuestras filas.

  • Sigue.

  • Y dice Virgilio: “pero Martí se metía en política. De hecho fundó un partido político: el Partido Revolucionario Cubano. Y, tengo entendido, que ustedes se jactan de que en las logias se fraguaron no pocas conspiraciones para las guerras de independencia. Sin embargo ustedes, los masones de ahora, dicen que no se meten en política. ¿A ver por qué?” “Porque la política divide –le dijo el amigo-. Se prohíbe hablar de política porque eso genera división entre hermanos. Fuera de la logia sí, todo lo que tú quieras, pero dentro, no.” Muchacho. Ahí Virgilio se rió con esa mueca que él hace, que yo cuando lo veo me digo “agárrate que ahí viene”, y cogió la batuta y le dijo: ¿Ven acá paisano, tú sabes lo que decía Félix Varela de la masonería? Y dice el tipo: no. Y ahí le soltó la bomba.

  • ¿Qué bomba?

  • No sé Che, no me acuerdo. Virgilio casi que recitó de memoria un discurso antimasónico de Félix Varelavii. Que de hecho hay que situar en contexto, porque eso viene del siglo XIX, cuando la masonería y la iglesia católica estaban en guerra.

  • Camilo olvídate del contexto, del siglo, de lo que sea. El único contexto que a ti debe interesarte ahora mismo, es el de impedir que Virgilio se haga miembro de la logia, y punto. Sí, es verdad que las logias están controladas… pero solo por el momento. Porque las logias son una fuerza dormida, Camilo. Pero una fuerza dormida, que podría despertar. Tenemos informes de logias en las que los jóvenes han empezado a cuestionar la política de no hablar de política, y valga la redundancia. Informes de jóvenes que se alejan de la logia por conflictos con las viejas generaciones, con las generaciones que tienen en sus manos el monopolio de la prudencia y del silencio en materias de política. Y por otro lado, la masonería está en la disyuntiva de rejuvenecer su membresía, o de lo contrario se vuelve un esqueleto, se vuelve cosa del pasado. En tal sentido, habrá quien cabildee en favor de Virgilio, sobre todo los jóvenes, que verán en él una alternativa de dignidad. Virgilio es muy astuto, Camilo. Si lo sabremos tú y yo. Si el proyecto ese que tiene en mente, Soles y rayos de Martí, echa raíces dentro de la logia –que, de hecho, su medio natural sería la logia-, de que se nos va de las manos, a eso puedes ponerle el cuño. Podría incluso propagarse por todo el país a través de las logias, entre gente muy difícil de chantajear o intimidar porque esa es una característica de los masones, que observan mucho la vida más o menos recta, y uno no tiene por dónde cogerlos.

  • Bueno para terminar ya. Hay un texto de Varela que ridiculiza la masonería, la califica de mentecata creo… Pero acuérdate del contexto del siglo XIX…

  • Olvídate del contexto Camilo, la frase es la que me interesa. La división entre católicos y masones es algo que no está de más fomentar, ahora que se está preparando la visita de otro Papa. Es más, que me parece que sé cuál es.

  • ¿Cuál es qué?

  • La frase. Me parece que la tengo copiada en alguna parte. Tú solo dime el nombre de la persona a la cual se la echó en cara, que ya nosotros nos ocuparemos de llamar a esa persona para que nos lo confirme y testifique. Lo otro será cuestión de manipular los ánimos en el momento de la votación entre los más cerrados dentro de la logia, para ver si entra o no.

  • Ronaldo el tornero.

  • Ok. Ronaldo el tornero. Bien Camilo. A los que nos cuestionaron, vamos a demostrarles ahora el equipo que somos. Pero para la próxima trata de tener la exclusiva, ¿ok? No podemos dejar que nos tomen la delantera, tenemos que demostrar que sí tenemos el control. Bueno… hasta la semana que viene.

i A pulul: coletilla del argot que significa por cantidades, puesta de moda por el actor humorístico Omar Franco a través del personaje llamado Ruperto del programa estelar Vivir del cuento. En 1986 el personaje es golpeado en la cabeza por el jonrón de Marquetti que decide el campeonato de pelota de ese año en favor de Industriales, cae en coma, y despierta 27 años después en una sociedad muy diferente, a donde el peso cubano ha perdido cien veces su valor. “Yo tenía jebitas a pulul”

 

ii En la jerga militar, época de la barbarie designa sobre todo a las dos primeras décadas del castrismo hasta más o menos inicios de los ochenta. Es de suponer que el Che la haya empleado en alguna conversación con Camilo, para distinguir entre el período actual, y el período en el que los militares tenían mucha mayor impunidad para ejercer el despotismo.

 

iii Botella de ron o alcohol.

 

iv Ver Glosario en menú Inicio.

 

v La militancia masónica de Martí siempre ha sido objeto de debate. En un comentario polémico escrito por el Doctor Torres-Cuevas, aparecido en Granma en noviembre de 2003 en respuesta a otro comentario aparecido la semana anterior a donde se cuestionaba la pertenencia de Martí a la institución fraternal, Torres-Cueva reta, en un inteligente juego semántico, no a probar que Martí lo fue, sino a probar que no lo fue, y de inmediato nos lanza al pecho dos freses que no dejan dudas de la predisposición positiva de Martí hacia la masonería.

Para Martí –sic- el templo masónico es un lugar donde “cultivan los cubanos y portorriqueños las virtudes republicanas”

Los fines de la masonería, Martí los define con las siguientes palabras. Cito: “Obrar irrevocablemente, perfeccionar el ejercicio de la libertad, preparar a los ciudadanos para la vida pública, ayudar al logro de toda noble idea, éstos son, sin uno más, sin nada incógnito, sin nada oculto, son los misterios de la orden masónica”.

Por lo visto, para Virgilio, Martí da una fe de principios respecto a la práctica de la masonería en su época, porque entonces lo incógnito, lo oculto y lo misterioso, corrían el riesgo de señalarse de manera peyorativa. Recordemos la encíclica Humanus Genus, emitida el 20 de abril de 1884 por el entonces Papa León XIII, condenando el relativismo filosófico y moral de la masonería, y ubiquémosla en el contexto de una España que gobernaba bajo el derecho al patronato regio, subordinando la religión al Estado.

vi Según Camilo, un masón nunca abandona la orden. Cuando lo hace, se le cataloga como un masón “dormido”

 

vii Tomado del periódico El habanero, fundado por Félix Varela en Nueva York: “Las sociedades secretas en Cuba, lo mismo que en España, no son más que la reunión secreta de un Partido (…) que lo que hace es perturbarlo todo aparentando misterio en donde no hay más que mentecatadas en unos, picardías en otros, y poca previsión en muchos que, de buena fe creen que todos los asociados operarán siempre como hablan, y que tienen la misma honradez que ellos. (…) Por lo regular, en semejantes sociedades, solo la juventud entra de buena fe, pues en los primeros años de la vida del hombre, cuando aún no ha adquirido el hábito de fingir ni las dobleces de la sociedad, y tiene todo el vigor de la naturaleza, parte siempre por derecho y se arroja abiertamente hacia el crimen o la virtud. La voz Patria siempre electriza el alma de un joven y todo lo arrastra por ella, pero en mayor edad ya empiezan a escucharse las voces: ambición, riqueza…”