Quinto contacto

La vida de los nosotros


 

Quinto contacto

Donde se informa sobre cierto despiste del poeta contrarrevolucionario, cierto desenfoque al planear una cosa y hacer otra. Donde no se descarta la posibilidad de una tomadura de pelo del mismo hacia el agente que lo está trabajando, o sea la idea de que el presunto despiste sea intencional, y se trazan planes para estimular el resorte de la envidia como medio para desalentarlo.

  • A ver acá el famoso documento ese.

  • Ahí, para ahorrar tiempo, te subrayo los siete principios básicos a firmar. El resto es introducción y muela.

  • Dice acá… número1- Los ciudadanos y ciudadanas constituimos la fuente prin­cipal de la soberanía de la nación. Somos quienes definimos, a través de formas diversas de intercambio, las bases y fundamen­tos de la sociedad y del Estado… 2- La diversidad y el pluralismo constituyen el fundamento de la cultura, la historia y la identidad cubanas… 3- La diversidad de identidades de la cultura cubana ha sido la base del rico pluralismo social, religioso, racial, filosófico, político, de estilos de vida, convicciones y visiones del mun­do… 4- La sociedad del bienestar ha sido la fundamental meta social de la historia cubana… 5- La sociedad y nación cubanas deben refundarse alimen­tando la vocación pacífica oculta en nuestra cultura… 6- En el siglo XXI, la soberanía territorial de Cuba no co­incidirá más con la soberanía ciudadana. La realidad de los cu­banos y cubanas viviendo en el exterior probablemente sea algo permanente en el futuro… 7- Nuestra condición plural y moderna colocó a Cuba, des­de los orígenes, en la senda del ideal republicano. Este, como base identitaria de la cultura política cubana, se basa en los dere­chos de participación y comunicación política de los ciudadanos… ¿Y ven acá; a la gente de tu pueblo, le llega éste lenguaje?

  • Bueno… Se lo damos a leer y hacen como tú ahora: pasarle la vista. El lenguaje es denso, aunque a decir verdad no puede estar más claro, que tampoco puede ser un manual para niños de primer grado. En definitiva quien va a firmar, firma como quiera que sea. El contenido es lo de menos. Firman porque es contra el gobierno y ya. Y el que no va a firmar, tampoco se toma el trabajo de leerlo. Te dicen que están de acuerdo pero que figúrate, deben cuidar la pincha, el negocio que tienen. Acuérdate que allá todos los centros de trabajo tienen que ver con el mar, por lo que se requiere “ser confiable” para estar cerca de los barcos. Como el que trabaja en Cultura, en Educación, como todo el que tiene puestos administrativos. Todas esas plazas requieren de un aval del comité militar que diga que eres “confiable”. Sin ese aval solo puedes optar por la agricultura, la construcción, o los servicios comunales…

  • Ok; dejémonos de rodeos. El mes pasado me dijiste que Virgilio se iba a radicalizar haciendo una denuncia de tipo ecológico -¿puede ser?-; una denuncia que daría qué hablar. ¿Averiguaste de qué trataba? ¿Por fin va a hacerla o no? Porque… esto de recoger firmas, por lo que parece haberle dado a última hora como quien dice, no es nada del otro mundo. Esto es más de lo mismo. Hay decenas y decenas de opositores recogiendo firmas para esto o para aquello, y al final no pasa nada. Al final lo que hacen es llenar las páginas web de nombres con identificaciones falsas, para justificar así el financiamiento que reciben de la mafia que les paga.

  • Decirme cual denuncia es la que va a hacer, no me lo dijo. Pero puedo imaginarlo.

  •  

  • Pienso yo que tenga que ver con la planta de tratamiento del agua residual de la fábrica, porque me estuvo haciendo preguntas al respecto. Esa planta se construyó hace más de veinte años, pero nunca se ha usado. Las máquinas sí funcionan e incluso se le paga a trabajadores para que le hagan guardia. Pero solo las echan a andar cuando vienen inspectores del extranjero. O sea cuando la Comunidad Europea viene a certificar la fábrica de langosta, para ver si cumple con los estándares.

  • No obstante empápate con eso. Convéncelo para que, por su bien, no se meta en esa candela. Porque, si un sector estratégico como la pesca hay que cerrarlo por un escándalo internacional, o porque la Comunidad Europea determine que no hay higiene en el pueblo, tu poeta se las va a ver feas. Aquí sí podrías serle muy útil persuadiéndolo, si es que de verdad quieres ayudarlo. Vuelvo y te repito: si por una remota casualidad viene esa gente y hay que frenar la producción de langosta porque perdemos mercado, tu poeta se las verá bien feas no ya con el MININT, sino con los pescadores, sus familias, y todo el que vive indirectamente de esa producción.

  • Me lo imagino. Ahí no hará falta que intervengan ustedes. Pero aclárame una cosa; ¿por qué tú dices que nosotros recogemos firmas falsas? Yo al menos recogí cerca de quince con sus nombres, apellidos y carné de identidad, y todos verdaderos.

  • Qué comemierda tú eres, Camilo. ¿No se te ocurre cual es la estrategia a seguir?

  • ¿?

  • La misma que seguimos cuando lo del Proyecto Varela. A nuestro favor está el miedo de la población a “señalarse”. Esas firmas podrían hacer “no confiable” al individuo; podría costarle el puesto de trabajo en caso de tratarse de un funcionario, un directivo, un médico o un maestro, y podría costar la universidad en caso de tratarse de un estudiante, porque las firmas se registrarían en el comité central.

  • Pero quien firma proyectos está consciente de eso, y no obstante los firma.

  • Eso ya lo sabemos. Sin embargo a los poquísimos que se atreven a firmar no los atacamos por ahí. Como dijo el comandante en los años sesenta cuando los conflictos con las Iglesias: no queremos mártires, sino apóstatas. Troncharle el puesto de trabajo o la universidad a una persona solo por firmar un proyecto de esta naturaleza, es fabricar un mártir.

  • ¿Qué hacen entonces?

  • Poner a nuestros informantes a recoger firmas. Las que logran recoger, les cambiamos el número de carné, y encima agregamos unos cuantos nombres falsos para que el contrarrevolucionario que le encomendó la tarea diga ¡oh; el tipo se lo tomó en serio! Luego a la hora de los mameyes, si por una remota casualidad, aparece un Jimmy Carter avalando el proyecto y por ende nos vemos obligados a dar una respuesta a la opinión pública internacional, simplemente exigimos una ratificación de las firmas. Y ahí es a donde se cagan y se mean, porque la inmensa mayoría de los firmantes verdaderos, que serían no más del veinte por ciento, no estarían dispuestos a desafiar cara a cara a la Seguridad del Estado. No es lo mismo firmar un documento entre cuatro paredes, tú y el cabecilla únicamente, un documento que será revisado en una oficina de las altas esferas a donde nadie sabe quién tú eres, o sea donde tú eres solo un nombre y un número abstracto, que firmarlo en una oficina en abierto desafío a los representantes del gobierno, del Partido, de la policía y del MININT de tu propio municipio.

  • Y en el remoto caso que se atrevan a ratificarlas, queda la posibilidad de acusar de mentirosos a los gestores del proyecto, por la cantidad de firmas falsas que no se podrán ratificar.

  • Exacto…

  •  

  • ...Bueno: vamos a entrar en materia que el tiempo es oro. El mes pasado quedó pendiente que Virgilio se iba a radicalizar haciendo una denuncia como represalia a la bola que le regamos, y lo que ha hecho es ponerse a recoger firmas para otro proyectico ahí. ¡Ah!; antes que se me olvide. Cuando concluyamos cada sesión, antes de irte, debes redactar un informe de tu puño y letra, y firmarlo con el seudónimo que elijas. Con los tres encuentros anteriores yo hice unos bosquejos que te los voy a dar para que los transcribas tú con carácter retroactivo, pero de tu puño y letra y con tu sello, con tus palabras. Esto es importante, porque esto es la prueba de tu colaboración. Sin esto no puedo hacer nada para ayudarte. Esto lo vamos a hacer al final de cada encuentro. A los resúmenes que yo redacté como tuyos debes agregar sugerencias personales como en La vida de los otros- porque se supone que nadie como tú conoce al objetivo, los puntos vulnerables del objetivo… Bueno… ¿Por dónde íbamos antes que te dijera lo de los informes?..

  • Que Virgilio en vez de redactar la famosa denuncia, lo que hizo fue ponerse a recoger firmas…

  • ¡Ah, ya! Presta atención: a partir de ahora vas a fijarte en algo. Virgilio pretende radicalizarse; eso ya lo sabemos. El cómo no lo sabemos, pero sí el qué. Suponiendo que tú le convenzas de lo perjudicial que puede ser para sus vecinos –no para el gobierno- el cierre de la industria de la que vive el pueblo –que de hecho vas a trabajar duro en esto-, ¿qué es lo que le quedará? ¿En qué se traducirá objetivamente su activismo?

  • ¿?

  • Eventualidad número uno: como escritor que es, en la crónica semanal. El grupúsculo le dará (le ha dado) la posibilidad de escribir en un blog colectivo que nadie en Cuba lee, y posiblemente en el extranjero nadie lea tampoco, pues ya la blogósfera tiene sus vacas sagradas. Las redes ya están saturadas de blogueros independientes. Tú lo estimularás a que “se narre”, como le gusta decir a la Yoani, y él se narrará durante un tiempo, hasta que la indiferencia de los lectores potenciales cumpla con la parte que le toca. ¿Me hago entender? Nosotros no hacemos nada contra los blogueros porque no hace falta: es la indiferencia de los lectores lo que está enfriando ese movimiento. Virgilio terminará dándose cuenta que está tirándole escupidas a los aviones.

  • ¿Y la eventualidad número dos?

  • ¿La número dos? La recogedera de firmas. El grupúsculo le encomienda colgar pegatinas con eslóganes contrarrevolucionarios en la sala de su casa, y le encomienda recoger firmas para el proyecto tal o más cual. Después que recoja esas firmas, ¿cómo será el día a día? Pura rutina. Cada día será igual al anterior, y ahí entrarás tú con tus cuestionamientos. Porque Virgilio se las verá feas para ganarse el pan de cada día porque –es parte de la estrategia- vamos a encargarnos de malearle toda entrada de dinero, mientras los líderes de los grupúsculos tendrán la pitanza segura. Virgilio acabará dándose cuenta que, a pesar que lo ha sacrificado todo, pertenece a una categoría inferior que nunca recibirá ayuda económica ni de la mafia ni de la SINA, y mucho menos una invitación a viajar. Tú te encargarás de abrirle los ojos en éstos puntos. Siempre al estilo socrático, claro.

  • ¿Al estilo socrático… señor de la vanguardia?

  • ¿Te sorprendí eh? La filosofía de Sócrates se basó en el “yo solo sé que no sé nada”. De ahí se sobreentiende que el inteligente no es el que más habla y sabe, sino el que más escucha y quiere saber. Tú simplemente querrás saber más y más acerca del estilo de lucha pacífica de esa gente, y con la mayor humildad posible empezarás a preguntar por tal o cual detalle, sin dar conclusiones o hacer comentarios imprudentes. Y claro; enfatizarás en el tema del financiamiento. Ahí es a donde a los contrarrevolucionarios se les traba la lengua. Barajan para aquí, barajan para allá. A lo más que se atreven es a decir que sí, que reciben ayuda. Pero nunca dicen cuánto, ni mucho menos cómo acceder a la misma. Virgilio, como escritor, se desgastará escribiendo en un blog que nadie lee, mientras otros, incluso con menos talento que él, recibirán una mesada por cada articulito escrito para revistas o páginas web que pagan la colaboración. Tú, con mucha sutileza, le señalarás eso, y cuando te salga con argumentos altruistas y con chovinismos, lo mirarás con un poco de lástima. Él acabará reaccionando, abriendo los ojos, y tú te llevarás el mérito de haber fabricado un apóstata.

  •  

  • ¿No dices nada?

  • Sí. ¿Qué bonito eh? ¡Qué fácil! ¿Tú no te sabes una fábula, que habla de una competencia que echaron el viento y el sol?

  •  

  • Resulta que el viento alardeaba de ser más fuerte que el sol, y para probarlo, decidieron echar una competencia. Miraron a la tierra, y viendo un guajiro que pasaba a caballo, se retaron a ver cuál de los dos le tumbaba el sombrero. Y el viento sopló, y sopló, y mientras más duro sopló, el guajiro más fuerte se aferró al sombrero. Después vino el sol diciendo “ahora me toca a mí”, y empezó a calentar, y a calentar, y tanto calentó que hizo que el guajiro se quitara el sombrero y se echara fresco en la calva, así que la apuesta la ganó el sol.

  • Más vale maña que fuerza. Eso es más viejo que el Morro… señor de la vanguardia.

  • No, caballero gallardo sin tacha y sin miedo. Eso quiere decir que, los calvos, usan sombreros.

  • ¿?

  • Que tu manual anti-mercenarios es solo eso, un manual que puede funcione con mercenarios, pero resulta ser que no estamos tratando con un mercenario. Por más que soplemos sobre la calva de Virgilio, el sombrero nunca se lo vamos a quitar ni con mañas ni con fuerza. ¿No has hablado nunca con un católico de esos que dicen que seguirán siendo católicos, aunque mañana se enteren que el Papa es maricón?

  •  

  • Con eso quieren decir que están convencidos, que creen con la fe del hombre que ha superado la duda, con la fe de quien conociendo todos los defectos de su religión habidos y por haber, los asumen con madurez porque los comprenden y perdonan, porque reconocen que pertenecen a la mitad inferior de la naturaleza humana. Virgilio seguirá en la línea que está porque es un idealista, del tipo… José Martí.

  • ¡Ja! Así que tenemos un Martí en la contrarrevolución… ¿Ven acá, y de qué libro sacaste eso de la mitad inferior de la naturaleza humana… eso de la fe del hombre que ha superado la duda...? No me vayas a decir que eso es de tu cosecha.

  • ¿Te burlas?

  •  

  • Búrlate, bobito, que mira el rato que llevamos hablando y todavía no me has preguntado si funcionó, o no funcionó, lo de poner el picao malo en el barrio de Virgilio.

  • Tienes razón. ¿Cómo reaccionaron los vecinos?

  • Lo interesante no es cómo reaccionaron los vecinos, sino cómo reaccionó Virgilio ante la reacción de los vecinos.

  • Bueno, acaba de hablar.

  • Pues resulta que ya para el barrio, con esta última estrategia, la probabilidad de un Virgilio chivato ha quedado descartada. No me consta que también entre sus compañeros de Cultura, pero al menos, en el barrio, ya todos lo tienen como lo que es. O mejor dicho, como más de lo que es, porque Virgilio, en realidad, no es nada. Escribir para un blog y recoger firmitas no lo hace un contrarrevolucionario, sino malamente un simpatizante de quinta. Son ustedes quienes le están dando el estatus con la vigiladera esa, pero bueno… Resulta que sí, que se apostaron las patrullas sobre todo en el horario de la mañana, que es cuando más habaneros arriban en busca de pescado. Se les ahuyentó –a los habaneros- con la pedidera de carné. Se movilizó a los viejitos combatientes para que vigilaran los accesos al barrio día y noche. Los militantes comunistas de la cuadra, “solidarios”, deslizaron –a los negociantes- la idea de no moverse extraño que el picao estaba malo por culpa de Virgilio, quien había creado una célula contrarrevolucionaria. Y como si no bastara, se dictó una orden de registro contra uno de los vendedores de langosta, a manera de un disparo preventivo.

  • Sí, ya me enteré que Gustavo se lució. ¿Y entonces?

  • Aguanta que no he terminado, que no solo fueron caras largas en su contra. El tiro de gracia lo dio una vieja histérica en la cola de la carnicería, cuando Virgilio fue a comprar el pollo-por-pescado. Empezó tirando pullas, y cuando Virgilio muy decente fue a darle una explicación, a decir que era tan víctima como todos en aquél barrio, la vieja se le explotó. Es ésta que es tía de Felo palo-seco…

  • Ya, la recuerdo. ¿Esa mujer no se ha muerto todavía?

  • ¡!

  • ¿Y qué le dijo?

  • ¡Bah!… Que a ella qué cojones le importaban los derechos humanos, que los derechos humanos no se comían, y que ninguna de esa gente le daba a ella un plato de comida.

  • ¿Y Virgilio?

  • ¿Virgilio? Del tiro se fue de la cola del pollo. Me contó que se fue muy triste de allí, porque, aunque nadie apoyó abiertamente a la vieja por respeto a él, le pareció que hubo un silencio cómplice que cerró filas con ella.

  • ¿Tú ves? Acertamos entonces.

  • No te adelantes. Según Virgilio, al día siguiente, uno a uno, los vecinos “decentes” – ¿tú me entiendes, verdad?-…

  •  

  • los vecinos “decentes” fueron a darle apoyo moral. A su manera, claro. Fueron a decirle que lo apoyaban, que ellos estaban locos por un cambio, por el fin del comunismo, pero que figúrate, que mientras tanto había que comer, y esa letanía de los derechos humanos era tremenda mala letra para los negocios.

  • Pero Virgilio; ahora me interesa Virgilio. Su estado de ánimo, su voluntad de seguir…

  • Fortalecida.

  • ¿¡!?

  • Fortalecida. Ya te dije ya que Virgilio es un hombre íntegro, un idealista, no un mercenario. A Virgilio ni con maña ni con fuerza vamos a quitarle el sombrero. En el fondo, está alentado con la relevancia que le estamos dando. Digo, que le están dando ustedes. Según palabras suyas, todas las bajezas que le están haciendo los analfabetos de la Seguridad del Estado, no son más que papelazos que lo vigorizan…

  • ¿Papelazos no?

  • Eso lo dijo él, no yo.

  • Ríete bobo, ríete...

  • No, y falta lo mejor. Dice que todo lo que le ha pasado en los últimos meses; agárrate: lo ha tomado como una prueba de ese que está allá arriba.

  • Ah, porque ahora también nos salió religioso… ¿De qué te ríes chico?

  • De tu cara de guanajo. ¿Qué dicen los manuales estalinistas… de los mercenarios que aspiran a la inmortalidad del alma?

  • Lo que dicen de eso yo no lo sé. Ahora, lo más probable es que, si escribe el famoso artículo ese que según él va a ser una bomba lo cual yo no creo tal cosa… Pero bueno, suponiendo que ponga a correr a Gustavo y a sus fuentes, lo más probable es que pierda su trabajo en la librería, sin que yo pueda hacer algo por impedirlo. Así que aconséjale, ábrale los ojos, dile que si él quiere ser un santo y martirizarse con el hambre que va a pasar, que tenga en cuenta que a lo mejor no tiene madera de anacoreta. Que tiene hijos, madre y mujer, que dependen de él.